Colegio ideal: más allá del ranking, el inglés y la cercanía
Web Sapos y Princesas
Sabemos que escoger colegio es una de las decisiones más complicadas a las que se enfrentan los padres. Para concienciarnos de lo que esta decisión puede implicar, no solo para nuestros hijos, sino para la sociedad, hemos contado con nuestro partnerAshoka España, una organización que apuesta por el emprendimiento social y que invita a los ciudadanos a ser actores de cambio, que nos alerta de la importancia de tomar esta decisión de acuerdo con nuestros principios.
El tiempo hará que nuestros hijos descubran la verdad. Nuestros defectos, carencias, nuestro desorden o impaciencia. Se darán cuenta de que, en contra de lo que ahora ven con absoluta certeza, estamos lejos de ser madres perfectas. Qué no sabemos hacer trenzas de raíz, ni entonar bien el ‘Cumpleaños feliz’. Que no bailamos bien o que los gatos que les dibujamos son aún peores que los que pintábamos con 8 años.
El tiempo hará que se superen algunas cosas, pero también que se acentúen muchas otras.
Si educamos a nuestros hijos en el miedo, en el egoísmo y en la competitividad.En la inseguridad, en el rechazo al diferente, en la dependencia de lo material… el tiempo hará de ellos personas agobiadas, tristes, que no sabrán sobrevivir con éxito en un mundo de constante cambio.
Si les enseñamos a ser autónomos, a analizar, a pensar y a discernir. Si les enseñamos a asumir riesgos, a colaborar, a pensar en los demás y a creer en ellos mismos como protagonistas de su vida, el tiempo nos permitirá ver a adultos justos, luchadores y felices.
¿Quién no opta por esta segunda opción? Y si todos optamos por ello, ¿estamos realmente dando los pasos necesarios y coherentes para caminar hacia allí?
Unos 425.000 niños y niñas españoles se matricularán próximamente en un colegio, lo que supone que muchas madres y padres nos enfrentaremos a la difícil decisión de escoger un centro educativo para nuestros hijos. ¿Qué criterios hay que tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión?
No se trata de consultar rankings, sino de asegurar que tenemos claro aquello a lo que damos importancia, y elegir en consecuencia.
Para ello, os animamos a haceros preguntas diferentes, que vayan más allá del nivel de inglés, del tamaño de los patios, de la cercanía a casa o de la variedad de extraescolares.
1. Y si mi hijo/a va más rápido o más lento que el resto de su clase, ¿tendrá las mismas oportunidades que sus compañeros?
2. ¿Qué tipo de valores promueve este colegio? ¿Se respiran en su propio equipo directivo?
3. ¿Sabrá encontrar este colegio en mi hijo/a su pasión y su talento?
4. ¿Atiende este colegio con igual importancia la inteligencia lingüística y lógico matemática, que la musical, emocional, o interpersonal?
5. ¿Percibo que es un colegio donde se aprende a través de la experiencia y de la vivencia, o sigue anclado en la memorización como vehículo de transmisión?
6. ¿Qué va a hacer el colegio para que mi hijo/a sea una persona empática e implicada en mejorar la sociedad?
7. ¿Le va a enseñar a trabajar en equipo y a colaborar con personas diferentes a él/ella?
8. ¿A afrontar la incertidumbre, a arriesgar y a equivocarse?
9. ¿A pensar? ¿A resolver problemas de forma creativa?
10. ¿Es un colegio inclusivo, con un buen modelo de integración de personas con capacidades diferentes?
Os animamos a que os hagáis estas preguntas, a que busquéis las que verdaderamente os importan. Explorad y decidid.
No existe un colegio idóneo. Depende de las prioridades y valores de cada uno. Si solo nos quejamos y decimos que la educación va mal, no vamos a cambiar las cosas. Es imprescindible empezar por poner nuestros criterios y elegir colegio acorde con nuestros principios. De esta manera, estaremos creando una nueva demanda, y solo así, el sistema educativo cambiará, para adaptarse a ella.
Por Ana Sáenz de Miera
Fuente: